Muchos de nosotros tendemos a ignorar las pequeñas cosas que podemos hacer para
conservar la energía, el agua y reducir
las emisiones de carbono, o simplemente por “pereza” no adoptamos pequeños
hábitos y costumbres para ayudar al medio ambiente.
Pensamos que nuestro aporte no va a generar ningún cambio o
simplemente no va a servir de nada porque el planeta necesita de mucha
colaboración y pensamos que nuestra participación va a ser nula, pero todas las pequeñas cosas se suman, y todos
debemos aportar con un granito de arena para salvar nuestro planeta, empecemos
por uno mismo dando ejemplo para que así
cada vez sean más las personas que hacen conciencia sobre los desperdicios y
mal manejo de recursos que a veces generamos sin darnos cuenta.
Hoy en día existen muchas maneras para marcar la diferencia
con pequeños cambios, como por ejemplo, los electrodomésticos de bajo consumo
usan entre 2 y 10 veces menos energía para producir el mismo nivel de
funcionalidad, el secar la ropa al aire libre, como también las bombillas
fluorescentes compactas usan cuatro veces menos energía y duran ocho veces más
que las bombillas incandescentes, y así un sin número de actividades sencillas.
El reto es ser constantes y tener un compromiso con el medio
ambiente, no solo pensar en nuestro bienestar sino también en el bienestar
común y sobre todo en las futuras generaciones. La mejor herencia que podemos
dejarle a nuestros hijos y descendientes
es: amor, conocimiento y un planeta en el que puedan vivir.
Recordemos que el mundo se salva si cada uno hace su parte,
sin ambiente no hay futuro..!!!
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